Llega hasta mí el olor del azahar
esta noche embriagante.
Siempre me recordará
esta tierra, esta mar.
Mas... ahora
en esta soledad
ebrio de perfumes
me envuelve, por un instante,
tu recuerdo, tu olor,
tu sonrisa, tu cuerpo.
Y borracho de noche
siento que, lentamente,
todo ello de mi se aleja
como la primavera.
Mas... cierto estoy
que días vendrán
de auténticas orgías
en que se junten
olores y cuerpos,
mares y tierras,
allí... a lo lejos,
donde me guiña su ojo
aquella remota estrella.
No tengo prisa
aunque entre mis brazos
ahora no te tenga,
pero si que me queda
fuerte, segura y radiante,
¡la certeza!
de que tras la distancia,
tras las nubes y las noches,
las soledades y mareas...
allí nos encontraremos...
pues allí te esta esperando
mi alma...
¡compañera!
Voramar 18.4.96 a las 22h 10' … y pasa un tren.